La brutal verdad detrás de la primera katana de Inosuke

Inosuke Hashibira jamás obtuvo su primera espada como cualquier Cazador de Demonios… porque, en aquel entonces, ni siquiera sabía que el Cuerpo existía. Según la teoría más aceptada entre los fans, su primera Nichirin no fue un regalo ni una entrega ceremonial, sino un simple botín de supervivencia. Un cazador entró en su montaña, Inosuke lo desafió pura y llanamente por instinto, lo derrotó y tomó su arma. Para él no había reglas, ni tradición, ni protocolo: solo la necesidad de combatir.

Años después, cuando finalmente se unió al Cuerpo de Cazadores, Inosuke recibió dos Nichirin oficiales. ¿Y qué hizo con ellas? Exacto: las destrozó a golpes contra una roca. Las hojas lisas le parecían aburridas, carentes del espíritu salvaje que él representaba. Al convertirlas en espadas dentadas, no solo creó un arma única; creó una extensión directa de su estilo de batalla, pensado para desgarrar, rasgar y atacar como una bestia indomable.

Inosuke no solo pelea como un animal… también piensa y forja como uno. Su instinto es su maestro, y sus espadas, el reflejo perfecto de su ferocidad.