Star Wars Outlaws: La Fusión Perfecta entre Watch Dogs y Uncharted en un Mundo Abierto

Star Wars Outlaws marca un hito en la franquicia al convertirse en el primer juego verdaderamente de mundo abierto en el universo de Star Wars. Desarrollado por Ubisoft, el juego toma elementos de títulos como “Watch Dogs” y “Uncharted”, fusionándolos en una galaxia que nunca se ha sentido tan vibrante y llena de vida. Sin embargo, a pesar de sus logros, Outlaws no está exento de fallos que impiden que alcance la excelencia.

Un Mundo Abierto que Sorprende

Explorar los planetas emblemáticos de Star Wars, como Tatooine y Kijimi, es una experiencia inmersiva. A diferencia de otros juegos de mundo abierto donde los objetivos pueden volverse monótonos, en Outlaws la curiosidad impulsa la exploración. Llegar a Mos Eisley, por ejemplo, es impresionante; la ciudad es vasta, compleja y llena de vida, lo que te invita a perderte en sus calles y descubrir historias que dejarán una huella duradera.

Ubisoft ha logrado transformar su fórmula de mundo abierto, que en otros juegos podría sentirse cansada, en algo fresco y emocionante. Las misiones están diseñadas alrededor de personajes disfrutables, mezclando plataformas al estilo “Uncharted” con hackeo y sigilo de “Watch Dogs”. La protagonista, Kay Vess, brilla en este entorno, mostrando su singularidad y haciendo que el juego se sienta como una experiencia más curada que una simple aventura de mundo abierto.

La Historia de Kay Vess: Una Reimaginación de Han Solo

Kay Vess comienza su viaje en Canto Bight, el famoso planeta casino que los fans reconocerán de “The Last Jedi”. Criada en un entorno dominado por el capitalismo, su historia parece una reimaginación del icónico Han Solo. Sin embargo, aquí es donde Outlaws empieza a mostrar sus debilidades. Las horas iniciales del juego no logran establecer quién es realmente Kay, por qué deberíamos preocuparnos por ella o qué la motiva. Aunque sabemos que busca un último gran golpe para asegurar una vida de riquezas, más allá de eso, sus motivaciones carecen de profundidad.

A pesar de estos problemas narrativos, hay un aspecto refrescante en la forma en que Outlaws se desvía del canon más amplio de Star Wars. Aunque visitarás lugares como el palacio de Jabba, no verás ni un sable de luz ni un Skywalker en todo el juego, permitiendo que la historia de Kay brille por sí sola, aunque con algunas limitaciones.

El Impacto de los Sindicatos Criminales y la Jugabilidad

El juego se sostiene gracias a la interacción con los cuatro sindicatos criminales: los Hutts, Pykes, Crimson Dawn y el Clan Ashiga. Kay recluta una tripulación de criminales con la misión de regresar a Canto Bight y asaltar una bóveda. La posibilidad de cambiar de lealtad entre los sindicatos afecta directamente la reputación de Kay y cómo las facciones interactúan con ella, añadiendo una capa de dinamismo al juego.

En cuanto a la jugabilidad, “Star Wars Outlaws” toma lo mejor de “Watch Dogs 2” y “Uncharted”. Kay no posee habilidades sobrenaturales ni un sable de luz, pero cuenta con su bláster y sus puños. Aunque el combate es divertido, a veces se siente demasiado simple. Su mascota, Nix, aporta un elemento adicional al gameplay, siendo útil en combate y plataformas, pero su integración en la historia es apresurada y mal escrita.

Exploración y Viajes Espaciales: Un Viaje Disparejo

El mundo abierto de “Outlaws” es variado y detallado. Cada planeta ofrece una experiencia diferente, desde los desiertos y bosques de Tosara Moon hasta la densa y nevada ciudad de Kijimi. Tatooine destaca por su vitalidad, mientras que Akiva se siente menos logrado debido a la complejidad de sus niveles de jungla, que pueden volverse abrumadores.

El Speeder de Kay es una herramienta crucial para explorar cada planeta, aunque no se pueden robar otros vehículos, lo cual limita la sensación de libertad. Sin embargo, el viaje espacial y el combate son decepcionantes, siendo básicos y poco memorables, lo que desluce una parte importante de la experiencia en un juego de Star Wars.

Conclusión

“Star Wars Outlaws” es un juego que brilla en muchos aspectos, pero que se ve frenado por una historia mediocre, la falta de pulido y un personaje principal que no alcanza su potencial. Aunque los puntos altos son numerosos, la experiencia general se siente incompleta. Es un juego que ofrece destellos de grandeza, pero que al final, deja una sensación de que podría haber sido mucho más.

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